notas para un culebrón rioplatense


el personaje
es más o menos el héroe abnegado
y sentimental de siempre
zaguero del fulgor de la esquina
tenaz paladín de los colores del barrio
ufano dependiente de talabartería
el dato es importante 
porque es precisamente entre los cueros
donde descubre
probablemente bajo los efectos del ácido fórmico
la existencia de un universo
en donde los nombres coinciden con las cosas 
o algo así 
es decir
pongamoslé
que todos los seres vivos
incluidos los muertos 
son todavía lo que dicen ser
arcanos guardados por sus propios nombres 

más que descubrir
advierte o presume una dimensión paralela 
a la que por otra parte jamás tendrá acceso
ahora bien
lo que sí se irá viendo claramente
en la sucesión de los capítulos
son las epifanías
el magro consuelo consecuencia
de la experiencia metafísica inducida por el gas metanoico
la visión de un dios hembra
de un dios madre
de una especie de virgen 
que por supuesto no es otra que la protagonista
todavía irreconocible
la diosa digamos
es por ahora apenas una mancha de humedad
en un corte de baqueta
una forma insinuada en la trama
aparentemente geométrica del tapizado
del asiento del subte
un lamparón superpuesto al estampado
del vestido de percal de la dueña de la pensión
etcétera

llegado a este punto
en que de alguna manera la heroína 
al menos para el televidente más perspicaz
ya se le ha aparecido a nuestro héroe docenas de veces
es importante subrayar
que debido al carácter abstracto de esas apariciones él
a pesar de ya lucir la catadura del enamorado
todavía no se ha dado cuenta 
no la ha visto realmente
nuestra pareja no se ha cruzado todavía 

para terminar por ahora con el esbozo del muchacho
diremos que la consecuencia directa del fugaz
estéril vislumbre de ese universo paralelo
ilustrado con apariciones de una hembra cósmica
son en la estatura espiritual más bien retacona del pibe
un malambo zapateado en la terraza
una enfermedad tremenda
un choque frontal contra el muro fronterizo de la realidad
un accidente que lo dejará al borde de la estupidez

pasada una larga y dolorosa crisis
entre otras desgracias
un sábado contra cambaceres una doble fractura
lo alejará de las canchas para siempre 
volverá a encausar su existencia
aunque ya sin el entusiasmo ni la persuasión de antaño  

ella
ella es ese dios afeminado 
que armstrong vio desde la ventanita del apolo 
y que uno de sus compañeros de periplo
albee o collins no me acuerdo su nombre
confundió con júpiter
ella
no es otra que la muchacha de nombre impronunciable 
que conocemos de otras verbenas
la que remoja cuatro patas depiladas
en el fango del cosmos
y a la que si sos tan guapo de llamar por su nombre
para invitarla al cine por ejemplo
te podés ir ya muriendo atorado
ma-ma-ma-masticando lo mismo de acá al orco 
rumiando esos tres nombres que no acaban

sin ir más lejos
es la misma nena de inmaculado guardapolvo
que el guionista le presentó a mi vieja bajo la parra
y el rótulo genérico de primera novia
una tarde de junio

en resumen
es
ni más ni menos
la chiruza que mucho más tarde 
o mucho antes
le dará o le diera o debiera darle
tantas alegrías al patio latente de la patria

continuará